QUIERO QUITARME LA CAPUCHA!! Y que a mis crasas les de el sol!!! Pero para eso aun nos quedan un par de días. Según el instituto nacional de meteorología (no me estoy inventando nada) cuando las nevadas empiezan tan pronto en otoño, tardaran en irse en primavera. Hasta el fin de semana no veremos el sol en Valencia, aunque sí algún claro y algún rayito se asomarán. Me conformaré con que no llueva mas para así poder reconstruir el parque de atracciones instalado en la galería y poder desagruparlas de la cocina.
¿Favorece a nuestras plantas el traslado de un sitio a otro? Realmente, si éste cambio lo hacemos durante un par de días no tienen por que notarlo. La planta ha cogido el habito de vivir en el exterior y se ha acostumbrado a ello, con todo lo que esto implica: cambios de temperatura, rocío de la noche, riego, luminosidad, etc. Al trasladarla a un medio donde las condiciones de vida no son las mismas, podemos provocar el envejecimiento de la planta y causarle, en casos extremos, hasta la muerte. Un ejemplo lo tuve yo con la palmera Kentia. Usada comúnmente para climas de interior, mi pequeño ejemplar no se acomodaba a vivir entre nosotros. Las puntas comenzaron a ponerse marrones y se notaba como, cada día perdía fuerza y vigor.
Un mañana de Octubre la saqué al exterior donde la luz le daba todo el día pero los rayos del sol no la tocaban directamente. El rocío de la noche hacia que sus puntas se mojarán todos los días y el mal tiempo le proporcionaba la cantidad de agua perfecta. La kentia revivió y hace poco pude trasplantarla a una maceta mas grande, donde crece y se desarrolla perfectamente. Aproximandonos a la fecha en la que estamos, pronto le tocará su dosis de abonado quincenal. Espero que siga creciendo y que pronto su grandes hojas me cubran el jardín arropando al resto de plantitas que por ahí pululan.
